Todos los tipos de ciberataque son preocupantes, y más para una empresa u organización. La posible pérdida de los datos, la infección de los archivos, el retraso en las operaciones debido a estas causas, suponen un coste tanto económico como en tiempo y recursos que dañan enormemente a las empresas. Y dentro de estos ataque uno de los que más preocupación producen, y posiblemente el que más a crecido en los últimos tiempos es el ransomware.

El término ransomware procede de dos vocablos: ransom, que significa rescate, y ware, mercancía, y consiste en el secuestro de los sistemas informáticos y los datos a través de un programa que bloquea los accesos a la información de los dispositivos, y la petición de rescate a cambio de facilitar de nuevo esos accesos.

El acceso del ransomware al sistema puede producirse al infectarse los dispositivos con un troyano o un gusano adjunto a algún correo electrónico (video, audio, pdf…), o al abrir alguna página que esté infectada con este malware.

¿Qué podemos hacer?

Hay varias acciones que podemos realizar para prevenir el ransomware:

  • Es importante que todo el sortware utilizado en los dispositivos, incluyendo el sistema operativo, esté actualizado, evitanto brechas de seguridad por donde se pueda infiltrar el malware.
  • Contar con un buen sistema antivirus, que esté actualizado.
  • Tener cuidado con los correos procedentes de remitentes desconocidos, y más si traen archivos adjuntos. No abrir estos archivos.
  • Tener cuidado con las páginas web que se visitan.
  • Y lo más importante, tener una copia de seguridad actualizada, separada de los dispositivos que puedan ser infectados, a ser posible en discos externos o en la nube. Esto facilita poder restaurar los datos con rapidez.
  • Por último, si ya se ha sufrido una infección, no pagar el rescate y avisar a la policía.

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